jueves, 12 de agosto de 2010

Ciudades grises adonde llega un tren.


Os acordáis: Europa estaba en ruinas...
Era la paz -después de tanta sangre-
que llegaba harapienta, como la conocimos
los españoles durante cinco años.
Y todo un continente empobrecido,
carcomido de historia y de mercado negro,
de repente nos fue familiar.
¡Estampas de la Europa de la posguerra,
que aparecen mojadas en lluvia silenciosa,
ciudades grises adonde llega un tren
sucio de refugiados: ¡cuántas cosas
de nuestra hsitoria próxima trajisteis, despertando
la esperanza en España, y el temor!
hasta el aire de entonces parecía
que estuviera suspenso, como si preguntara,
y en las viejas tabernas de barrio
los vencidos hablaban en voz baja...

GIL DE BIEDMA

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