
"De los directores de estas empresas...siendo administradores más bien del dinero ajeno que del suyo propio, no se puede, en realidad, esperar que lo controlen y lo administren con la misma atención constante con que los socios de una sociedad limitada suelen controlar su propio dinero... En consecuencia, prevalecerán siempre la negligencia y el derroche, en mayor o menor grado, en la gestión de una empresa de ese género."
ADAM SMITH, la riqueza de las naciones
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