viernes, 25 de diciembre de 2009
España, una nueva historia. (5)
Como todo relato histórico, también éste podría definirse por una imagen poderosa. El lector se hará la suya, sin duda. Mi imagen es la siguiente. Veo al principio a un hombre, Publio Cornelio Escipión, que llega a la península Ibérica, la observa con detención, y piensa en ella como un país digno de formar parte de la civilización romana; al final en 1939, veo a un hombre, Pablo Ruiz Picasso, que se va del país al que Escipión había llegado veintidós siglos atrás para no volver nunca, destrozado, un sentimiento que el propio pintor plasmó en el rostro de "la mujer con sombrero", una pintura de 1962 cargada de significación sobre el futuro de España. Cuando las elites en el exilio, decepcionadas por la actitud de las democracias europeas, proponían a Picasso com ole icono de la resistencia, lo hacían por una causa justa: la libertad. El tiempo, como ocurre bastante a menudo, terminó por darles la razón.
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