sábado, 14 de noviembre de 2009

El Bucle Melancólico. (22)


Así son, por cierto, la mayor parte de las "pruebas" en la retórica de Arzalluz. variada chismografía sobre personajes ya muertos con apelaciones a testigos desaparecidos. Basta hojear sus artículos dominicales en Deia para cerciorarse de esto. Confieso que a mí me divierte. Hay en Arzalluz madera de fabulador, y es lástima que sus años en la Compañía agostasen en él sus dotes naturales para la novela. De mí, en concreto, ha llegado a escribir que, bajo el franquismo, estando en una cárcel extremeña en la que no estuve, fui convertido en el marxista-leninista que nunca fui por un dirigente histórico de ETA a quien no tuve el gusto de conocer hasta el año 81, cuando ambos éramos unos adocenados socialdemócratas. Y así en todo lo demás, ya se trate de manuscritos robados, legos galegos o tenebrosas maquinaciones comunistas. Hay quien, con menos de eso, escribe best-sellers.

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